Cillar de Silos SL

Reserva una experiencia

Sobre la bodega y los vinos

La familia Aragón ha estado históricamente vinculada al vino y con tradiciones de trabajo relacionadas con el vino con los mejores resultados de la zona durante muchos años. Aunque la bodega se inauguró en 1970, Amalio Aragón ya había empezado a comprar pequeñas parcelas con viñas de gran calidad, esperando el momento adecuado para completar su sueño de convertirse en propietario de una bodega. La primera cosecha de Cillar de Silos fue en 1995. Hoy, tres de los hijos de Amalio dirigen la bodega. Roberto Aragón es el Gerente y responsable de las ventas de la bodega; Óscar Aragón, que estudió Enología y es el Director Técnico responsable de la viticultura y elaboración de los vinos de Cillar de Silos y Amelia Aragón que se encarga de exportar los vinos por todo el mundo. En esta bodega familiar estamos orgullosos de nuestras viñas y de nuestra pasión por la tierra que nos proporciona una variedad de uva reconocida mundialmente: Tempranillo. La búsqueda de viñas viejas es una inversión continua en el viñedo, que diferencia a la familia Aragón del resto. El uso de nuevas tecnologías y las mejores barricas del mercado también hacen que esta bodega destaque junto con el legado transmitido por las generaciones anteriores.

Nuestros vinos proceden de más de 68 hectáreas que poseemos en la huerta de la Ribera del Duero: entre Quintana del Pidio y Gumiel de Mercado (Burgos). Aquí la orografía es más accidentada que en el Páramo tradicional, con una altitud de entre 940 y 900 metros. Hay numerosas parcelas pequeñas, la mayoría de menos de una hectárea, de entre 15 y 100 años, con una o dos prefiloxéricas. Gracias al suelo arenoso, la filoxera no atacó aquí con la misma ferocidad que en otras zonas de la Ribera del Duero y hemos podido mantener la mayoría de las viñas más viejas. Todo el vino tinto de nuestra bodega se elabora con Tempranillo, con unas pocas viñas jóvenes de la variedad Albillo. Nuestras viñas están plantadas en laderas y rodeadas de bosques con un excelente drenaje, protegidas de las peligrosas heladas invernales y de los fríos vientos del norte por estos bosques que rodean las viñas. La densidad de plantación es de 2.800 cepas por hectárea aproximadamente. La poda en verde y el aclareo de racimos son algunos de los muchos trabajos importantes en el viñedo. Los rendimientos varían entre 2.500 y 3.500 kilos por hectárea.