Quinta de Ventozelo
(Bodega en Valle del Duero)

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Sobre la bodega y los vinos

Situada en la orilla izquierda del río Duero al llegar a Ervedosa, la Quinta de Ventozelo es una de las fincas más bellas e impresionantes de la región. Este vasto anfiteatro con vistas al río es "la puerta de entrada al silencio del valle del Duero", donde el tiempo parece fluir más lentamente. La calma y la estrecha conexión con la naturaleza son su principal valor intangible. La Quinta de Ventozelo fue cultivada por monjes cistercienses que habitaron la región en la Edad Media. Los monjes transformaron la agricultura local e iniciaron la producción de vino de Oporto. La primera mención histórica de Ventozelo data de 1288, pero hacia 1500, por cesión del monasterio cisterciense de S. Pedro das Águias, la finca pasó a manos de los hidalgos de Casa do Poço de Lamego.

El proyecto de Ventozelo pretende transformar la finca en una propiedad única y modélica en la región, sin perder de vista su historia. Afirmar la excelencia de sus vinos y otros productos agrícolas, salvaguardar la riqueza natural de sus hábitats y fomentar la biodiversidad son los pasos clave para garantizar su sostenibilidad productiva y medioambiental a largo plazo. El reto implica afirmar el prestigio y el renombre de la marca Ventozelo, escapar de la rutina y explorar nuevos caminos. Y eso implica arte. No sólo arte en el sentido de maestría y brío, sino arte aliado a la capacidad de innovación científica y técnica, un mestizaje de áreas de conocimiento que potencie cada una de ellas, combinando tradición y modernidad. Queremos que Quinta de Ventozelo sea cada vez más un lugar que ofrezca sensaciones únicas y memorables, ya sea a través de experiencias con la naturaleza, el vino, el aceite de oliva o incluso la simple contemplación.

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