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Sobre la bodega y los vinos
La Bodega Eraldo Revelli tiene sus orígenes en 1930, cuando fue fundada por el padre de Eraldo. Dirigida en la actualidad por la tercera generación de viticultores, la bodega sigue manteniendo su antiguo compromiso de producir vinos de alta calidad. Tras completar sus estudios, Eraldo se unió a su padre y a su hermano Secondino en la dirección del negocio familiar. A pesar de los retos, el arraigado amor de Eraldo por la tierra le llevó a contribuir al crecimiento y desarrollo de la bodega.
En 1974, Eraldo se casó con Luigina, quien, a pesar de no tener experiencia previa en viticultura, se convirtió rápidamente en una socia hábil y dedicada a la bodega. Juntos trabajaron incansablemente, compaginando la familia y su pasión por la viticultura. Su hija, Claudia, nacida en 1980, acabó asumiendo el futuro de la bodega, representando la siguiente generación de liderazgo. Desde el año 2000, Claudia ha puesto en marcha un plan de revitalización del negocio, que incluye la replantación de viñedos, la modernización de la bodega y la actualización del equipamiento, garantizando la continuidad del legado familiar.
La Bodega Eraldo Revelli sigue comprometida a mantener la excelencia en la calidad y la producción del vino que se ha transmitido de generación en generación.
La Bodega Eraldo Revelli gestiona unos viñedos situados en el corazón de las Langhe. Estas tierras, de suelo margoso y arcilloso, ofrecen un microclima ideal para el cultivo de uvas Dolcetto, gracias a su favorable exposición al sol y a la influencia secante de las brisas marinas.
La bodega aplica un enfoque práctico a la gestión del viñedo, combinando métodos tradicionales con innovaciones agronómicas modernas. Cada paso del proceso vitícola, desde la poda en enero hasta la vendimia en octubre, se realiza manualmente. Esto incluye el uso de técnicas de pasto para el control de la vegetación y un sistema de gestión integrada de plagas que combina los tratamientos tradicionales con azufre y cobre con las últimas prácticas ecológicas.
Para garantizar vinos de alta calidad, la bodega se centra en rendimientos bajos y en una poda, un desborre y una selección de uvas cuidadosamente programados. Las uvas, recolectadas en su punto óptimo de maduración, se vinifican con una mezcla de métodos enológicos probados y tecnología moderna.
La vinificación se lleva a cabo meticulosamente, con fermentación controlada y múltiples trasiegos para garantizar la limpieza y brillantez del vino final. La bodega evita la refrigeración y la filtración, preservando los delicados aromas y sabores de sus vinos. Tras la fermentación, la maduración comienza en cubas de acero inoxidable, continúa en barricas de madera y termina con el envejecimiento en botella a temperatura regulada durante dos o tres meses.
La filosofía de la Bodega Eraldo Revelli se centra en producir vinos que conserven su identidad natural y sus sabores únicos, reflejando la autenticidad de su terruño. La bodega evita ajustarse a los gustos internacionales, valorando en cambio la diversidad de sus cepas centenarias y elaborando vinos que satisfagan paladares variados sin dejar de ser asequibles.