Comentarios

Oltre le aspettative!

4/1/24
Esperienza fantastica e super consigliata, staff giovane e preparato che spiega nel dettaglio le varie fasi della lavorazione dell'uva e successivamente anche le caratteristiche dei vini che si assaggiano. Disponibili anche nel variare la proposta enologica in base al gusto personale. Fanno fare anche un piccolo giro esterno nella tenuta in cui viene raccontata la storia dell'azienda, molto interessante. Alla fine hanno anche un piccolo shop in cui acquistare ciò che si è appena assaggiato.
Oriana

Eccellente

10/1/23
Ottimo percorso enogastronomico e accoglienza perfetta. Consigliatissimo
Elena Fiamma

Fantastico

9/1/23
Degustazione per compleanno. Avevamo la visita alle 11, ma causa traffico abbiamo chiamato per posticipare alle 14. Disponibili e comprensivi, visita spostata senza problemi. Alessandra molto competente e precisa nella spiegazione della tenuta e della varietà di vino offerta. Esperienza molto suggestiva con degustazione enogastronomica con vista vallata. Alessandra e Mattia, super!
MONICA

Degustazione Cantine il Poggio

7/1/23
Una tenuta molto bella, personale molto gentile e competente. Ci siamo trovati bene.

I vini assaggiati erano ottimi, abbiamo comprato alcune bottiglie. Inoltre La degustazione sulla terrazza panoramica è stata molto suggestiva ed ha sicuramente aggiunto valore all'esperienza.
Davide

Meraviglioso

5/1/23
Lo staff preparatissimo, il posto meraviglioso e la degustazione davvero ottima. Provare per credere!
Isabel
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Thumbnail Cata cultural de vinos en la Bodega Il Poggio
Salsomaggiore Terme, Parma (Food Valley)
2 Horas
Participantes: Mínimo 1, Máximo 42
Desde €30.00
“Descubre Il Poggio a través de su viñedo, bodega, y termina en la sala de degustación en lo alto de una colina para una cata de 5 vinos y productos locales”

Sobre la bodega y los vinos

Nos guía la pasión apoyándonos en nuestra historia y en técnicas pioneras Nuestro objetivo es redescubrir el oficio vinícola original, sin sofisticaciones, para expresar su pureza y nuestra cultura y orgullo de ser italianos. Somos artesanos. Los viñadores y los bodegueros son los mismos que acogen a visitantes e invitados, nos guiamos por la pasión apoyándonos en nuestra historia y en técnicas pioneras. Creamos vinos "más allá de lo contemporáneo", donde tradición e innovación van unidas, vinos proyectados hacia el futuro pero con un sólido vínculo con el pasado. Los vinos Il Poggio reflejan nuestra filosofía: nos encanta hablar de ellos con la copa en la mano, y estamos seguros de que percibirás toda la pasión y el esfuerzo que ponemos en ello. Nuestro objetivo es ofrecerte una inmersión total en nuestro mundo vitivinícola, asombrarte con el paisaje y cuidar tu paladar con vinos maridados con alimentos muy especiales. La visita suele durar unas 2 horas y se organiza en tres fases diferentes: Viñedos En primer lugar, una ojeada a los viñedos narrada directamente por las personas que los trabajan y cuidan. Bodega A continuación, se desvelan los secretos de la elaboración del vino entre técnicas tradicionales y pioneras. Degustación El momento final es la cata, donde el vino se encuentra con los mejores productos del Valle de los Alimentos: Prosciutto Crudo, Culatello, Parmigiano y aceite de oliva virgen extra de producción propia.

Barbera, Bonarda y Malvasia di Candia Aromatica. Cabernet sauvignon, Merlot, Chardonnay. Los viñedos se abrazan a 360 grados alrededor de la colina de Cantina il Poggio. Las primeras vides plantadas en los años cincuenta, entre 350 y 400 m sobre el nivel del mar, eran de las variedades tradicionales heredadas de la tradición vitícola de Parma y Piacenza: Malvasia di Candia Aromatica (blanca), Barbera y Bonarda (tinta). El terruño expresó enseguida su personalidad y su vocación de producir vinos de calidad, ya que aquí se decidió profundizar en la composición estructural y química del suelo con análisis. Los resultados expresados por la Universidad de Pavía en 1982 mostraron un suelo arcilloso bastante rico en caliza, con algunas zonas especialmente ricas en esquisto. Basándose en el análisis del suelo y siguiendo la voluntad de producir vinos tintos estructurados con largo potencial de envejecimiento, se indujo a plantar variedades como Cabernet sauvignon y Merlot, llevando la superficie de viñedos a las 15 hectáreas actuales y cambiando la filosofía de producción de la bodega de la zona, que se centraba sólo en vinos espumosos.