Noventa Botticino

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Sobre la bodega y los vinos

La Bodega Noventa Botticino está enclavada en las pintorescas colinas de Botticino, una región famosa por sus ricos suelos cargados de minerales y su microclima mediterráneo. La finca familiar, dirigida actualmente por Pierangelo Noventa y sus hijas, lleva generaciones cultivando uvas en estas empinadas laderas. Los viñedos están plantados en suelos ricos en marga, donde la caliza y la arcilla contribuyen a la estructura y elegancia únicas de los vinos. Debido a lo escarpado del terreno, el trabajo en el viñedo sigue siendo manual, una práctica de la que la familia se enorgullece, lo que garantiza una cuidadosa atención a cada cepa.

La bodega practica la viticultura ecológica, una elección natural impulsada por el clima favorable de la zona y las sólidas tradiciones vinícolas. El microclima, marcado por temperaturas cálidas e importantes variaciones térmicas diarias, favorece la maduración de la uva y mantiene las vides secas, reduciendo el riesgo de enfermedades fúngicas. Este clima también favorece el cultivo de olivos y cítricos, realzando aún más la sensación mediterránea de la región.

La familia Noventa, con su arraigada pasión por la viticultura, ha mantenido una tradición de calidad, respeto por la tierra y un enfoque paciente de la elaboración del vino. Se dedican a crear vinos que expresan el terruño único de Botticino, combinando técnicas modernas de vinificación con tradiciones consagradas transmitidas de generación en generación.

Situada en las colinas de Botticino, ricas en piedra caliza, la Bodega Noventa prospera a unos 380 metros sobre el nivel del mar, con sus viñedos rodeados por las emblemáticas cuevas de mármol del Botticino Classico. El viñedo produce Botticino DOC, una mezcla de variedades de uva italianas como Barbera, Sangiovese, Marzemino y Schiava Gentile. La rica historia geológica de la región, especialmente el contenido en carbonato cálcico, contribuye a la elegancia de los vinos. Los viñedos de Noventa se extienden por tres colinas, cada una con características distintas, y la bodega produce tres "crus" que reflejan la diversidad de estos terrenos.