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2 Horas
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Sobre la bodega y los vinos
Tenuta del Travale se fundó en 1993, cuando sus propietarios se hicieron cargo de una vasta finca abandonada, transformándola por completo. En 2007, el antiguo viñedo, que era casi totalmente improductivo, se sustituyó por completo. Cinco hectáreas, situadas en dos lados opuestos, del mismo tamaño, se aterrazaron siguiendo las pendientes naturales de las colinas y, por tanto, se replantaron con las variedades actuales de 80% nerello mascalese, y 20% nerello cappuccio. Todo ello en un marco de olivares centenarios. La finca está situada en una zona llamada Travale di Rovito, a sólo 9 km de Cosenza, a una altitud ideal para la vinificación (500 metros sobre el nivel del mar) y en un territorio que ya en el pasado se consideraba muy adecuado. El pequeño tamaño del viñedo, sólo cinco hectáreas, ha impuesto un criterio de alta calidad para la producción, en consonancia con la filosofía de vida de sus propietarios. El cultivo se realiza totalmente a mano, debido a las pronunciadas pendientes de las terrazas. Esto crea el resultado buscado de rendimientos muy bajos por hectárea. El viñedo, teniendo en cuenta la ubicación, está siempre expuesto al sol a lo largo de todo el día, también se ve afectado por las grandes variaciones de temperatura debidas a la influencia de la Sila, que está cerca.
Históricamente conocido como varietal de Sicilia, el nerello tiene en realidad una larga historia en nuestro territorio: por lo que sabemos, se consideraba uno de los mejores vinos, y se exportaba al norte de Italia y a Francia, para enriquecer los sabores del sangiovese y el cabernet. Como consecuencia, durante el siglo XIX su producción se redujo. Decidimos recuperar un producto tan distinguido y estimado. Esta razón nos llevó a optar por un enfoque totalmente artesanal, que nos parece coherente con nuestra filosofía, y que nos permite preservar el rico sabor del nerello mascalese bajo la dirección del agrónomo Antonio Berlincieri y el enólogo Emiliano Falsini.