Sobre la bodega y los vinos

Tenute Fasoli es el resultado de una tradición familiar que se remonta al siglo XVIII, cuando el bisabuelo de Lorena se trasladó de Mantua al espléndido valle de Valpolicella para trabajar como aparcero de unos terratenientes que cultivaban viñas. Durante las guerras mundiales, el vino se almacenaba en la antigua bodega, hoy desaparecida, en grandes barriles de cristal, que luego se tapiaron para evitar que el ejército los destruyera. Tras la Segunda Guerra Mundial, el abuelo decidió abandonar el negocio vinícola y dedicarse únicamente a cuidar la tierra, al igual que su hija Celestina. Esta pasión se transmitió a su hija Lorena, que decidió volver a los viejos tiempos. Así que empezó a construir una nueva bodega donde revivir las emociones y tradiciones del pasado de la familia. Empezó a vinificar, mantuvo vivo el viejo viñedo con cepas de más de 40 años, utilizó los brotes existentes, preservó el medio ambiente y convirtió la empresa a la agricultura ecológica. De ahí nacen los vinos de Tenute Fasoli, con un carácter tradicional para hacerte degustar los sabores típicos de la Valpolicella.