Tour Privado de los Vinos de Montalcino y Brunello desde Florencia

Esto es lo que le espera

Esta excursión enológica privada te permitirá descubrir Montalcino, un pequeño pueblo famoso por producir el vino Brunello, uno de los tintos más prestigiosos de la Toscana.

Saliendo de Florencia, conducirás por la impresionante campiña toscana del sur de Siena para pasar un espléndido día de visitas turísticas y catas de vino. Admira el impresionante paisaje mientras llegas a Montalcino: cipreses, campos y ganado con extraordinarias combinaciones de verde, gris y marrón. El famoso vino Brunello se produce aquí con las uvas locales Sangiovese. Todas las actividades de la ciudad giran en torno a la producción de vino.

Pasea por la Piazza del Popolo, en el centro de la ciudad, y por el cercano Palazzo dei Priori, un edificio del siglo XIII. Aquí hay tres iglesias que merece la pena visitar, construidas entre los siglos XIII y XV: Sant'Agostino, Sant'Egidio y la Catedral. Desde las torres de la gran fortaleza de Montalcino, hay una espléndida vista de los valles circundantes de Orcia y Arbia. Más allá del sur de la Toscana, vislumbra el comienzo de la región del Lacio.

El vino Brunello es uno de los más finos y prestigiosos que se producen en todo el mundo. Tu segunda parada será una bodega típica de Brunello, donde aprenderás todo sobre las antiguas raíces de la bodega. Descubre la historia y los orígenes del Brunello y de otros vinos producidos por la finca. Pasea por los viñedos y las bodegas. Por último, termina tu visita con una cata de 2/3 vinos y aprende a disfrutar y apreciar la excelencia.

Montalcino también ofrece muchas opciones para degustar una selección de recetas locales tradicionales. Deliciosa pasta fresca con salsas sabrosas, sopa de setas silvestres, pasta pici con salsa de carne, raviolis rellenos de queso ricotta, carnes asadas, jabalí a la cazuela, verduras frescas... ¡la lista continúa!

En el solitario Valle de Orcia se encuentra la Abadía de Sant'Antimo, uno de los monumentos monásticos románicos más bellos de Italia. Cuenta la leyenda que el emperador Carlomagno la fundó en 781. Se dice que, al regresar de Roma por la antigua Vía Francígena, la mayor parte del ejército del emperador enfermó de peste. Cuando las plegarias del Emperador fueron escuchadas y cesó la peste, fundó la Abadía.

Si lo deseas y el tiempo lo permite, después de tu visita a Sant'Antimo tu chófer puede llevarte a otra bodega para una segunda cata de vinos maridados con productos locales famosos en todo el mundo (40€ adicionales por una cata de 2/3 vinos).