VILLA VITAS

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Sobre la bodega y los vinos

Villa Vitas comenzó su andadura en la Trieste de principios del siglo XX como empresa comercializadora de vino en el Puerto Libre local. El amor de Romano Vitas por la viticultura le llevó a adquirir la finca de Strassoldo en 1937, lo que marcó el inicio de la profunda vinculación de la familia con la vinicultura. Su dedicación a restaurar y mejorar la finca se ha transmitido de generación en generación, y su hijo, su nieto y su bisnieto siguen mejorando el legado de la empresa familiar.

En la actualidad, la familia Vitas, ya en su cuarta generación, supervisa todos los aspectos del proceso de elaboración del vino, desde la producción hasta la comercialización. La finca produce vinos friulanos excepcionales, combinando antiguas tradiciones con tecnología moderna en la búsqueda de la excelencia. El compromiso familiar con la calidad se ha transmitido a lo largo de los años, garantizando que cada vino refleje la herencia y la innovación de Villa Vitas.

Villa Vitas, propiedad de la familia Vitas desde 1937, está situada en Strassoldo, región famosa por su denominación D.O.C. Friuli Aquileia. La finca abarca un total de 43 hectáreas, 11 de ellas dedicadas a viñedos. En la bodega, equipos modernos como depósitos de acero inoxidable y técnicas de fermentación a temperatura controlada garantizan que los vinos alcancen el alto nivel de calidad que siempre ha sido el objetivo principal de la finca.

Se dedica un gran cuidado a los viñedos, que se gestionan meticulosamente según las características de los suelos locales. Las uvas son de una calidad excepcional, conseguida mediante una poda rigurosa, rendimientos reducidos durante la vendimia y una atención continua a las viñas. Se cultivan con métodos tradicionales, al tiempo que se benefician de modernos sistemas de plantación.

El microclima único de la región, influido por el mar, los vientos cálidos de scirocco, los vientos secos de tramontana y la insolación constante, junto con una temperatura media de 14°C y la ausencia de heladas nocturnas, crean unas condiciones ideales para el cultivo de la vid. El suelo es de origen aluvial, compuesto de arcilla y arena, y descansa sobre una meseta pedregosa del periodo Cuaternario, lo que contribuye al carácter distintivo de los vinos producidos en Villa Vitas.