MontRubí
(Bodega en Penedès)

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Sobre la bodega y los vinos

Cuando MontRubí se fundó en 1984 en un edificio de 1880 que hasta principios del siglo XX había producido vinos y aceite para su exportación a Cuba, empezamos con la producción de cava. Pocos años después, tras vivir la batalla de precios que atravesaba la industria del cava, decidimos cambiar de rumbo y apostamos fuerte por un proyecto diferente: elaborar vinos tranquilos con uvas autóctonas y fue entonces cuando nació el Proyecto Gaintus. Este proyecto se inició en el año 2000 y reflejaba nuestro interés por la recuperación de la uva Sumoll, una variedad muy extendida en Cataluña y especialmente en el Penedès. Sin embargo, al tratarse de una uva delicada y con ciertas dificultades de cultivo, unido a la plaga de la filoxera y su sustitución por uvas para la elaboración de cava y uvas foráneas, la Sumoll estaba casi extinguida. En el año 2001, tras la recuperación de un antiguo viñedo de Sumoll que había "sobrevivido" a la extinción, sacamos al mercado Gaintus, el primer vino tinto 100% Sumoll del mundo. El nombre de Gaintus hace referencia a un sendero de escalada de los Pirineos y simboliza el reto al que se enfrentaba MontRubí, además de ser pioneros en abrir un nuevo camino. Fue un largo camino, ya que cuando decidimos recuperar el Sumoll todo el mundo a nuestro alrededor nos lo desaconsejaba porque era una uva delicada y difícil de cultivar. Fue una fase experimental, ya que apenas había información sobre cómo tratar esta uva. Sin embargo, podemos decir que, a lo largo de todos estos años, fuimos aprendiendo a domesticarla y así obtuvimos el reconocimiento de ser los pioneros mundiales en la producción de vinos con Sumoll.

Las 30 hectáreas de viñedos de MontRubí están situadas en montañas entre 400 y 800 m.s.n.m., en la cordillera Litoral Catalana de clima mediterráneo e influencia continental, en nuestra finca de 100 hectáreas. La importante amplitud térmica entre el día y la noche nos permite preservar la acidez de la uva gracias a su lenta maduración. Nuestros suelos, arcilloso-calcáreos, arenoso-calcáreos y pizarrosos, retienen la humedad de las lluvias y favorecen la resistencia de la planta a las inclemencias del verano. Estos suelos no son uniformes, y la combinación de las distintas texturas confiere a los vinos más complejidad, carácter y mineralidad. Con estas características, buscamos un estilo centrado en la fruta, la frescura y la elegancia.

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