Tihom es una pequeña bodega familiar situada en el histórico Barrio de la Estación de Haro, una comarca conocida por su arraigada tradición vinícola. La finca está compuesta por dos encantadores edificios de piedra con tejados de madera, que reflejan el carácter arquitectónico de la región. Tihom se dedica a la elaboración de vinos artesanales, con un enfoque meticuloso y práctico que honra la esencia de la vinicultura riojana. Cada etiqueta es el resultado del cuidado, la tradición y la pasión. Los huéspedes pueden disfrutar de una experiencia de cata en el bar y tienda de vinos Tihom, donde está disponible toda la selección de la bodega. Para un ambiente más relajado, la terraza ofrece la oportunidad de maridar los vinos con una selección de platos fríos, rodeados del ambiente de este emblemático barrio vinícola.

En Bohedal, los vinos no sólo se elaboran; son historias tejidas a través de generaciones de pasión y dedicación. Bodega familiar profundamente arraigada en la tradición, cada botella lleva la esencia de los viñedos y la herencia que los define. Cada vino es el resultado de unos viñedos cuidadosamente cultivados, que reflejan la riqueza del terruño y la artesanía transmitida a través del tiempo. Cada uva y cada cosecha rinden homenaje a una larga tradición vitivinícola, honrando la tierra y a las personas que le dan forma. Adéntrate en el legado vinícola de Bohedal y experimenta la autenticidad que sólo puede ofrecer una finca familiar. Del viñedo a la copa, tradición e innovación se funden para crear una experiencia realmente inolvidable. Brindemos por la historia, el vino y la familia.

Heredad Martínez Castillo es una bodega familiar con más de 20 años de experiencia vitivinícola, que produce vinos de autor que reflejan su pasión y dedicación. Cada vino se elabora a partir de sus propios viñedos, con más de 100.000 cepas, lo que garantiza el máximo cuidado de la cepa a la copa. Este patrimonio se basa en la viticultura tradicional, que encarna el espíritu de su tierra y la experiencia de los viticultores de toda la vida. Cada botella capta la esencia del compromiso de su familia con la creación de vinos auténticos y de alta calidad.

Las Bodegas Juan Carlos Sancha, situadas en el clima fresco de la Rioja Alta, son famosas por su enfoque innovador y sostenible de la elaboración del vino. Fundada por Juan Carlos Sancha, profesor de enología de la Universidad de La Rioja, la bodega se centra en recuperar y cultivar variedades de uva minoritarias que casi habían desaparecido. Situada en el Valle del Najerilla, en cinco hectáreas de terreno, Bodegas Juan Carlos Sancha se especializa en vinos ecológicos y artesanos elaborados con uvas poco comunes como Tempranillo Blanco, Maturana Tinta y Maturana Blanca. Estas variedades, redescubiertas y desarrolladas por Sancha y su colega Fernando Martínez de Toda, aportan una nueva perspectiva a la vinificación tradicional de Rioja. El profundo compromiso de la bodega con la sostenibilidad, combinado con sus métodos artesanales y su visión innovadora, da como resultado unos vinos que expresan el terruño único de la región. Los visitantes pueden experimentar una verdadera conexión con la historia y el futuro de la elaboración del vino de Rioja a través de cada botella elaborada con cuidado y pasión.

Fundada en 1953 por 16 socios fundadores, La Bodega Cooperativa San Esteban es la primera cooperativa vinícola de La Rioja, España. Situada en la comarca de Murillo de Río Leza, a 14 kilómetros de la capital Logroño, la bodega se beneficia de una ubicación privilegiada en la confluencia de los ríos Jubera y Leza, con viñedos repartidos en tres altitudes diferentes, lo que añade diversidad a los vinos. Las 750 hectáreas de viñedos están plantadas en suelos arcillo-ferrosos a una altitud de 407-420 metros. El equipo de la bodega proporciona asesoramiento técnico experto, supervisando el ciclo anual del viñedo, desde la poda hasta los tratamientos, garantizando una calidad óptima de la uva. Las uvas se vendimian en su punto óptimo de madurez y bajo un estricto control enológico, que sirve de base para producir vinos excepcionales que reflejan lo mejor del terruño de la región.

En 1898, Saturnino Daroca regresó a Sojuela tras servir como oficial en el ejército carlista. Fue en ese año cuando sembró las primeras raíces de lo que hoy conocemos como Bodegas Corral. En estas tierras riojanas comenzó una historia de pasión y dedicación al vino que ha perdurado a lo largo de los años hasta nuestros días. El nombre de nuestra bodega tiene su origen en la unión familiar, cuando la hija de Saturnino se casó con Don Martín Corral, quien aportó no sólo su apellido, sino también el escudo heráldico que hoy sigue siendo símbolo de nuestra identidad. En 1974, la bodega dio un paso hacia el futuro con la construcción de nuestras actuales instalaciones a orillas del Camino de Santiago, lo que nos permitió modernizar los procesos de elaboración sin perder de vista la esencia artesana que siempre nos ha definido UN NUEVO COMIENZO En el año 2024, iniciamos una nueva etapa bajo el apoyo de la Familia Fuertes y la dirección de las Bodegas Luzón de Jumilla, con el firme compromiso de seguir manteniendo la calidad de los vinos que han dado renombre a nuestra bodega. La familia, junto con la experiencia de Bodegas Luzón, une dos regiones emblemáticas: Jumilla y La Rioja. Bodegas Corral se encuentra en la ruta original de los peregrinos conocida como Ruta Jacobea o Camino de Santiago, entrando por el Norte y por Navarra. Fue aquí donde se construyó el Hospicio de Peregrinos de San Juan de Acre y algunas de sus ruinas aún pueden verse en nuestra finca. En este lugar privilegiado, donde los Peregrinos compartían los conocimientos y experiencias recogidos en el camino, la cultura del vino incrementó su aprendizaje con cada pequeña aportación de cada viajero. La esencia de Bodegas Corral es el conocimiento del arte del vino; el conocimiento de lo arcano y volátil, que sólo en este lugar se transmitía de viajero a viajero.

Javier Arizcuren, procedente de una larga estirpe de viticultores de Quel, La Rioja Baja, combina sus conocimientos como arquitecto con su pasión por la viticultura. Tras trabajar en prestigiosas bodegas como Marqués de Terán y Conde de los Andes, Javier acabó centrándose en la viticultura. En 2011, se hizo cargo de los viñedos de su familia, seleccionando cuidadosamente parcelas de entre 30 y 120 años para el proyecto Arizcuren. Estos viñedos de cultivo ecológico, libres de productos químicos sintéticos, se gestionan con un profundo respeto por la tierra, garantizando que la cosecha de cada año refleje las condiciones climáticas únicas. Con el compromiso de mostrar el verdadero potencial de los vinos de Quel, Javier se ha convertido en una figura destacada en la producción de vinos riojanos expresivos y de alta calidad.

The winery was founded in 1970 by Enrique Forner. In 1920 the Forner family, who were experienced in the wine industry, went into exile in France where Enrique Forner rediscovered his roots founded on vineyards and terroir. Finally, in 1964 they purchased two chateaux in Bordeaux, Chateaux Camensac and Chateaux Larose Trintaudon. However, Mr. Forner's intention was to return to Spain in order to continue the Bordeaux experience, so in 1970 he returned to develop all the potential available in this fine wine-growing area of La Rioja. He breaks from traditional methods by reducing the time spent in oak barrels, emphasizing also the importance of the fruit. He also pioneered the use of the highest quality French oak barrels, instead of the more conventional American oak in Rioja. His daughter, Cristina Forner, joined the winery in 1983. Thanks to her work in the export market, Marqués de Cáceres has become one of the world's best Spanish wine brands. She became President of the winery in 2007. One of Rioja's iconic wineries, Marqués de Cáceres, opens its doors and reveals its installations and the secret of its success. Discover a unique experience in the heart of La Rioja.

It all started in the middle of the nineteenth century when French negociants visited the Rioja region to find alternative sources of quality grapes to transform into wine, since the phylloxera epidemic had decimated their vineyards. Our founder, Don Rafael López de Heredia y Landeta, a knowledgeable and enthusiastic student in the art of wine making, followed closely in their footsteps. Don Rafael fell in love with the region and especially the area around Haro, the mythical capital of the Rioja Alta region. He observed that there was a magical combination of soil and climate that would offer the perfect environment for producing wine that would eventually become world famous. Around 1877 he began the design and construction of the complex that is today known as the López de Heredia bodega (winery), the oldest in Haro and one of the first three bodegas in the Rioja region. For over a century our emotions have been rooted in our love and passion for this land and its harvest. We cherish our heritage, and this combination of love and the rigorous quality standards we apply, have become our trademarks and remain our maxim for today and the future. Bodegas López de Heredia stands out as one of the few family-run bodegas regulated by the Denominación de Origen Calificada Rioja – DOC (Appellation region).

he Bodega Contador story starts in 1995 when Benjamin Romeo, winemaker and vine-grower, acquired a centuries old cave hewn into the rock beneath the Castle of San Vicente de la Sonsierra (Rioja). In 1996 he made the first vintage of his “La Cueva del Contador” wine and started to buy vineyards for his plan to become a “bodeguero” - a wine producer. - In the following years he carried out small scale vinifications in the cave and continued to acquire vineyards. In 1999 he made the first vintage of “Contador”. - Seeing these first wines favourably received by the market and specialist press, in 2000 Benjamin decided to dedicate himself full time to his personal project. - Throughout 2001 Benjamin Romeo reconditioned and equipped the garage at his parents’ home in San Vicente for winemaking, thereby increasing the vinification capacity over what was possible in the cave. - The North American wine critic Robert Parker’s Review awarded maximum points (100) to the 2004 and 2005 vintages of Contador, made in the garage. This accolade, hitherto unknown in Spain, hugely increased the label’s international prestige. - From 2004 to 2006, Benjamin Romeo and the architect Hector Herrera worked together on the design of his winery, which was built in 2006-8.

BODEGAS RODA IS PLACED BESIDE THE EBRO RIVER, IN A BALCONY OF THE STATION DISTRICT OF HARO, ON A CENTENARY CELLAR. THE INSTALLATIONS WERE DESIGNED TO MEASURE OF OUR WINES: SEVENTEEN FRENCH OAK VATS (AS MANY AS SELECTED VINEYARDS PER SEASON), A BIOCLIMATIC ROOM RESULTED OF A COMPLETELY NEW COMMITMENT FOR THE INNOVATION AND TWO BUILDINGS OF AGEING WHICH WERE DUG DIRECTLY IN THE ROCK, THE RESULT IS TWO RESERVAS: RODA, SILKY, FESTIVE, FRESH AND RODA I, DEEP, COMPLEX AND VOLUMINOUS. Although the founding of Roda goes back to 1987, the building of the bodega only began in 1991 and was finished in 2001, being completed in three separate phases. The first part was carried out by the architect Roses, and the last, most emblematic phase was directed by the architects of Llimona Ruiz-Recorder. A vineyard on a terrace jutting out like the bows of a ship from the Haro Barrio de la Estacion to the river Ebro was transformed into the current winery location. Here, an underground cellar, reaching down 12 metres below the surface, was once used in the 19th century, when local wine growers stored their vintages there before shipping them by rail to Bordeaux to alleviate the crisis caused by the phylloxera epidemic.

It integrated in the same building, with simple lines, is characterized by a careful and modern architecture. It is a functional winery, adapted to our production capacity, and which has been used a technology that allows us to produce wines characterized by respect for the origin and product. In the cellar the grapes from the family vineyards is made. It has been used a simple technology that, traditionally, can produce wines that combine perfectly the history of our land and quality

Our winemaking tradition dates back to 1912 when Pociano Moreno built the first wine cellar with capacity for 18,000 litres. In 1963 the family moved to Barcelona in search of a better future than that offered by farming communities at that time. At the end of 1981 David Moreno decided to leave his job as a Technical Engineer and move back to his village, and put into practice the winemaking knowledge he had learned from his father and grandfather and to make his dream of being a winemaker come true. In 1988 construction of the current winery began and this has been enlarged, little by little, to adapt it to our expansion, new technologies and the needs of our customers. The underground cellars with clay and stone walls, Don Ponciano, Abuelo Damián and La Gran Cueva provide our wines with the ideal conditions of temperature and humidity necessary for successful ageing and subsequent bottle life. In a corner of La Gran Cueva you will find the Santuario Vobiscum, a space behind wrought iron railings in which a small stock of casks made from the best French oak are kept to age our Signature Wine. From the 100-year-old olive grove and the wine shop to the underground cellars, a stroll around the winery opens up dozens of special spots which recall our history, culture and the PASSION of DAVID MORENO for wine.