Baglio Soria

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Sobre la bodega y los vinos

El antiguo edificio del siglo XVII del Baglio Sorìa forma parte de la finca agrícola. Situado a medio camino de la costa, en la ladera que domina este encantador paisaje, el Baglio Sorìa es un ejemplo perfecto de la arquitectura tradicional siciliana habitual en la parte más occidental de Sicilia. Los baglios eran lugares de trabajo y habitación para las comunidades rurales. Eran un punto de referencia para hombres y mujeres que compartían, generación tras generación, una forma de vida siciliana y una experiencia siciliana particular. El edificio original constaba de la casa principal, almacenes, talleres para la fabricación de artesanía y algunos espacios habitables para los trabajadores agrícolas.

Caminando entre los viñedos, Trapani aparece junto a un panorama de rara belleza: el azul del mar en el horizonte se mezcla con el verde paisaje de laderas formado por viñedos y olivos centenarios. Es una de las regiones más mágicas de la región vinícola siciliana, donde el cultivo de la vid durante cientos de años ha hecho que la zona se convierta en un importante territorio vinícola. Nuestro gran sueño familiar comenzó aquí, en esta finca agrícola, en los años 80. Los viñedos de Baglio Sorìa se integran armoniosamente en un paisaje donde reinan la vida vegetal y animal. El viento constante que sopla a través de los viñedos transporta hacia el interior los beneficios de la brisa marina mediterránea, mientras que la luz del sol ayuda a proporcionar a las vides los niveles adecuados de polifenoles. Baglio Soria es una terraza natural bañada por el sol donde es posible apreciar lo poderosa que puede ser la visión de un paisaje natural y armonioso. El corazón palpitante de nuestra producción está aquí, en viñedos plantados con Nero d'Avola, Catarratto, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc, Merlot, Chardonnay y Syrah: variedades de vid locales e internacionales que crecen codo con codo en una única zona agrícola. Expresan plenamente la filosofía de Firriato: valorar la singularidad que aporta cada cepa por el mero hecho de crecer y dar fruto en esta zona.