Enclos de la Croix es una historia profundamente arraigada en la tradición, la familia y una conexión duradera con la tierra. Situada en el corazón de la región de Languedoc, esta finca de 23 hectáreas ha pasado de generación en generación, encarnando un legado de dedicación y pasión. El viaje de la finca comenzó con el amor de un joven por la tierra de su padre, un vínculo que se ha alimentado y fortalecido con el tiempo. Tras una devastadora helada en 1992, François Frezouls tomó las riendas para preservar y revitalizar la finca familiar. Junto con sus hermanas, recompró acciones a familiares, reinvirtiendo en una visión que honra el patrimonio de la finca al tiempo que abraza un futuro sostenible y auténtico. En Enclos de la Croix, la tierra habla a través de las vides, las abejas y el propio suelo que nutre las raíces de este viñedo familiar. La finca no es sólo un lugar de producción, sino el testimonio del compromiso duradero de una familia con la calidad y la agricultura responsable. Los visitantes de Enclos de la Croix pueden esperar verse inmersos en el encanto auténtico de una bodega que mantiene cerca su historia al tiempo que mira al futuro con innovación y respeto por la naturaleza.