¡Bienvenido a nuestra bodega familiar de Chianti Classico con un toque de influencia francesa! Somos un viñedo y una bodega apasionados, dirigidos con orgullo por nuestra familia. Situados en la pintoresca región del Chianti Classico, hemos heredado siglos de tradición vinícola y enriquecido nuestro saber hacer con valiosas influencias de Francia. Nuestra misión es crear vinos de alta calidad que capten la esencia del terruño y reflejen la armonía entre tradición e innovación. Nuestra bodega es un lugar de pasión y creatividad, donde cada etapa del proceso de vinificación se cuida con esmero. Seleccionamos meticulosamente las uvas y trabajamos con la máxima dedicación para producir vinos elegantes y complejos con un carácter único. Nos enorgullece compartir contigo los frutos de nuestro trabajo y te invitamos a degustar nuestros vinos Chianti Classico, auténticas expresiones del territorio toscano con un toque de refinamiento francés. Esperamos proporcionarte una experiencia única en un ambiente cálido y familiar. Gracias por elegirnos y permitirnos presentarte nuestra bodega y nuestros vinos. Brindamos por todos los entusiastas del vino con un sentido "¡Salud!"

El Castello di Meleto es un tesoro histórico y medioambiental de Gaiole in Chianti, que custodia la región desde 1256. Con una extensión de 1.000 hectáreas y más de 700 hectáreas de bosques, la finca encarna un profundo compromiso con la sostenibilidad y la biodiversidad. Como la mayor finca ecológica del Chianti Classico, Castello di Meleto emplea tecnología avanzada en su viticultura, garantizando una agricultura de precisión en sus 130 hectáreas de viñedos. La finca produce vinos con un fuerte sentido de identidad, centrándose en microvinificaciones de pequeños lotes, preservando el carácter único de cada parcela. La finca también alberga iniciativas apícolas, con 80 colmenas que producen miel ecológica, reflejo del entorno saludable que se mantiene en la propiedad. El proyecto "En nombre de la abeja" permite a los particulares adoptar colmenas, fomentando la repoblación de abejas y apoyando el ecosistema. Los visitantes del castillo pueden explorar sus vastas bodegas, donde una tienda de vinos y salas de degustación ofrecen una experiencia inmersiva en los vinos de la finca, las carnes curadas de su granja de cría en libertad "Suino Cinto Senese Dop", el aceite de oliva ecológico y otras delicias toscanas. La dedicación a preservar el medio ambiente queda patente en la decisión de la finca de adherirse al Biodistrito del Chianti en 2020, un esfuerzo colectivo entre los productores locales y las administraciones públicas para gestionar los recursos de forma sostenible, haciendo hincapié en la producción y el consumo ecológicos. El bosque circundante desempeña un papel crucial en la reducción de las emisiones de dióxido de carbono, ya que cada hectárea elimina nueve toneladas de CO2 al año, contribuyendo a un ecosistema más limpio y sano. Con una rica historia y un enfoque vanguardista de la sostenibilidad, Castello di Meleto no es sólo un símbolo de Gaiole in Chianti, sino también un faro de elaboración responsable e innovadora del vino, que combina tradición y modernidad en el corazón de la Toscana.

Borratella es una bodega y viñedo de propiedad familiar, dirigida por un equipo dinámico y joven que mezcla las tradiciones del Chianti Classico con prácticas innovadoras tanto en el viñedo como en la bodega. Situada en una finca de 5,75 hectáreas inscrita en la D.O.C.G. de Chianti Classico, Borratella tiene una bodega de última generación construida en 2000 y está equipada para producir vinos de alta calidad. Borratella se encuentra en una "zona" muy específica: los viñedos están completamente rodeados de bosque, de modo que durante la noche se crea un microclima especial y la amplitud térmica crece y en los periodos secos del verano toscano las uvas son especialmente frescas y ácidas.

El Agroturismo "I Sodi" está situado en el corazón del Chianti Classico, entre sus colinas boscosas, a medio camino entre el pueblo de "Monti" y el castillo de "Brolio", en una aldea llamada "S. Marcellino". Se construyó en 1793. Su nombre "I Sodi" "Tierra dura" deriva probablemente del hecho de que la casa se levanta sobre un terreno pedregoso que no se labra. La casa está construida según la arquitectura típica local, con una "loggia" con arcos y un palomar o palomar desde donde se puede disfrutar de una hermosa vista de las "Crete Senesi" y más allá del "Monte Amiata". Los primeros viñedos se plantaron hace 50 años, y los nuevos cubren la mitad de su propiedad. Los nuevos se han plantado para satisfacer las nuevas normas de producción del Chianti Classico DOCG. Los viñedos viejos se siguen cuidando adecuadamente para garantizar el crecimiento constante de uvas de calidad. Desde hace muchos años, la empresa cultiva las mejores uvas Canaiolo y Sangiovese para sus vinos tintos y de postre Vinsanto de primera clase. La vendimia comienza a mediados de septiembre y termina los primeros días de octubre. Las 12 hectáreas de sus viñedos están situadas alrededor de la casa, y todas las uvas se recogen y seleccionan a mano. Todos los pasos relacionados con el proceso de vinificación se gestionan directamente en la granja. Quieren respetar las antiguas tradiciones en su vino y expresar las cualidades de su rico terruño. En 2007, la bodega se equipó con nuevos depósitos de acero inoxidable y otros equipos. También se amplió la sala de barricas para mejorar la producción de vino. Ofrecemos a todos nuestros visitantes la oportunidad de comprender todo el proceso de producción, desde el racimo de uvas hasta el embotellado, completándolo todo con la degustación de los principales productos de la empresa en la histórica sala de catas.

Agricola Matteoli es una pequeña bodega familiar situada en San Sano, entre las pintorescas colinas de Gaiole in Chianti. Aunque nació en la zona, la profunda conexión con la tierra se hizo realidad tras mudarse a Milán. La decisión de volver al Chianti fue impulsada por el deseo de compartir el amor por esta región mediante la producción de Chianti Classico. La bodega produce un número limitado de botellas al año mediante procesos artesanales. Los viñedos se benefician de suelos ricos en marga y piedra caliza y están totalmente expuestos al sol, siendo la Sangiovese la variedad de uva predominante. Esta combinación da como resultado un vino DOCG que, aunque cumple las estrictas directrices del Consorcio del Chianti Classico, destaca por su singularidad. Cada botella está personalizada, lo que hace que el envase y el propio vino sean únicos y exclusivos. Más allá de la excelente calidad del vino, cada botella refleja la pasión, el amor y el respeto por la región del Chianti, símbolo de la cultura y la tradición vinícolas italianas.

Borgo Casa al Vento está situado cerca de Gaiole in Chianti, en el corazón de la Toscana, y ofrece una mezcla de tradición, pasión y respeto por la tierra. La finca produce vinos Chianti Classico ecológicos de sus viñedos, que los huéspedes pueden experimentar mediante catas de vinos y visitas a las bodegas. La propiedad también cuenta con una piscina panorámica, un restaurante con cocina local de temporada y ofertas de bienestar como la vinoterapia. Se trata de un pueblo medieval restaurado, que ofrece una auténtica experiencia toscana en medio de paisajes impresionantes.

Rocca di Castagnoli es una antigua fortaleza medieval que fue el origen de la aldea de Castagnoli. A lo largo de su historia, este lugar fue propiedad de numerosas familias nobles, entre ellas los Tempi (cuyo escudo de armas aún representa a la empresa) y los Ricasoli. La bodega, que ya existía en el siglo XVIII, siempre ha sido el centro económico del pueblo y siempre se ha distinguido por la excelente calidad de su producción, como demostró en 1773 una visita del Gran Duque Pietro Leopoldo, que elogió su excelente gestión de la tierra, su mantenimiento y su innovación. En 1924, Rocca di Castagnoli pasó a formar parte de las granjas que constituyeron el Consorcio Vinícola del Chianti Classico. Desde 1981, la familia se ha consolidado realizando importantes obras de replantación de viñedos y reestructuración de edificios, incluida la renovación de la bodega y la fortaleza medieval, siguiendo los precedentes históricos de la propiedad al mantener la calidad de producción lograda en siglos anteriores.

Esta hermosa finca en el corazón del Chianti habla de personas y lugares. Habla de una familia que lleva dos generaciones en el mundo del vino y que renueva su pasión cada día entre los viñedos. Habla de un territorio único en el mundo, la Toscana y en particular la región del Chianti Classico, con sus colinas que parecen dibujadas por las manos de Dios, espléndidas hileras de viñas que se alternan con olivares, espesos bosques oscuros de robles y castaños, largas hileras de austeros cipreses que marcan el camino hacia el horizonte. Rodeados de tanta belleza, la familia decidió basar el proyecto en un simple deseo: arraigarse en la tierra para crear con sus propias manos productos que encierren el terruño en todos sus matices. Para lograr este objetivo, han creado la primera y única "Vinstilleria" del mundo, una Bodega y una Destilería fusionadas para ser una nueva llave de lectura de un producto extremadamente tradicional, el vino, pero declinado en productos toscanos poco convencionales, como la Ginebra, el Vodka, el Vermut y cualquier otra categoría de Vinos y Licores que pueda desafiar al Maestro Destilador.

Today it is the largest winery in the Chianti Classico area: Brolio Castle, where Baron Bettino Ricasoli invented the Chianti formula in 1872, is surrounded by 1,200 hectares in the communes of Gaiole and Castelnuovo Berardenga. Valleys, hills, woods of oak and chestnut trees, 235 hectares of vineyards and 26 hectares of olive groves, all enjoying the beauty and the wide variety of soils and climate in this central Chianti area. Francesco Ricasoli has been at the helm of the family business since 1993 and has renewed the quality and personality of great Brolio wines, experimenting and making the most of the unique characteristics of the land and its history. New labels are coming into existence and the already known wines, which have won awards all over the world, are being perfected: Barone Ricasoli’s research continues and gives a whole new meaning to the culture of winemaking and the art of drinking.

Ama takes its name from a small borgo, or agricultural hamlet, nestled in the hills at an altitude of almost 500 metres. Five centuries ago, it was the hub of a florid farming and winemaking business overseen by a group of local families. “The road from Radda leads to Amma, three miles away on a hill and home to the Pianigiani, Ricucci and Montigiani – the most prominent families in Chianti,” wrote Grand Duke Peter Leopold of Habsburg-Lorraine in his 18th-century Report on the government of Tuscany. “They are well-off country gentry that spend all their income on farming and vineyards, and take care of everything. The hills and valleys surrounding the castle of Amma are the most beautiful in all of Chianti, superbly tended with fertile grain fields, olive groves and magnificent vineyards.” The Grand Duke’s visit is commemorated by a plaque on one of the buildings in the borgo, which are now owned by the winery. CASTELLO DI AMA , the winery, was founded in the 1960s by a group of families who had fallen under the spell of this magical spot. They set themselves the task of reviving Ama’s past glories and of producing a Chianti Classico that would rank among the world’s most prestigious wines.

In years gone by, Badia a Coltibuono was a monastery providing hospitality to wayfarers. Today Coltibuono is a beautiful, historic agriturismo and offers the unique experience of a stay in one of the original rooms of this evocative monastery. Once a place of prayer and renewal, Badia a Coltibuono has embraced modern ideas of hospitality whilst preserving the historical beauty and atmosphere of this ancient monastery. With our many activities, Badia a Coltibuono offers you the chance to find out more about real Tuscany - its stunning landscapes, historical buildings, its people and regional traditions in food and wine.

Located in the heart of Tuscany, in the small community of Gaiole in Chianti, Riecine takes its place among the finest vineyards in all of Italy and continues to progress as a classic winery. Church archives from 1112 A.D. provide the earliest known record of the wine farm known as Riecine. Originally owned by a nearby monastery until the 20th century, Riecine is close to excavations of an Etruscan township. It is possible that wine has been produced in the hills around Riecine for thousands of years. The founder of Riecine, John Dunkley, an Englishman who became one of the most admired pioneers producers of Chianti Classico, and his Italian wife, Palmina, acquired the original 1.5 hectares of land in 1971 from the nearby monastery, Badia a Coltibuono. They restored the old stone villa on the land and began reviving and replanting vines. The first vintage of Chianti Classico, 1973, was released in 1975 to a flourish of praise. A close friend of John and Palmina, the winemaker Carlo Ferrini, played a key role in the birth and growth of Riecine wines, lending his advice and professionalism to Riecine until 1997.

Located in the Commune of Gaiole in Chianti, Rocca di Montegrossi was established by Geremia, founder of the Ricasoli-Firidolfi family, during the Longobard period (VII-VIII Centuries AD). It is strategically located, dominating much of Chianti and the Valdarno Superiore, and has had an adventurous, rich, and at times dramatic history. During the reign of Frederick II, also known as Frederick the Great, the Rocca was the Imperial Seat. And it was at the heart of many battles, suffering serious damage many times, for example in 1172 at the hands of the Florentines. It was then rebuilt by the Aragons, and razed by Charles V's troops in 1530.

Il Palazzino farm, owned by Alessandro and Andrea Sderci, is located in Monti in Chianti, 20 km northeast of Siena, in the southern part of Chianti Classico Area. The estate has a total of about twenty hectares (fifty acres), great part of which dedicated to viculture and for a small part to olive grove. Given the small dimensions of the estate working procedures are strictly manual and the soil is cultivated using organic methods. The use of chemical substances which may be harmful to the soil, the farm workers and the environment in the last years has been first reduced and then eliminated. Vineyards are fertilized with compost and manure, but mostly the soil is managed with careful observation of the native weeds. Insect pests are reduced at a minimum through the increase of biodiversity in the vineyard: striving to protect the diversity of insect life means first and foremost eliminating the use of insecticides; Fungi and mildew diseases are kept under control by careful canopy management, and by improving the health of the soil. As regards winemaking, fermentation uses only naturally present yeasts and the good quality of the grapes at harvest time allows now reduced amounts of sulfites. The Sderci family became owner of Il Palazzino in the middle of the nineteenth century. Then in the early 1970s, Alessandro and Andrea took over management of the farm: new specialized vineyards were planted and a new, completely underground cellar was built for the fermentation and aging of the wines.

Castello di Tornano is a prestigious winery and an elegant relais located in the heart of Chianti Classico, in Tuscany A place where uncontaminated nature, the richness of its thousand-year history and traditions intertwine to create an exclusive environment.